miércoles, 5 de marzo de 2014

La crisis venezolana a un año de la muerte de Hugo Chávez


Ha pasado un año desde que el líder y expresidente venezolano Hugo Chávez Frías falleciera en el cargo el pasado 5 de marzo de 2013 tras luchar por varios años contra el cáncer.
 
Desde esa fecha y hasta el día de hoy, habiendo asumido Nicolás Maduro Moros, del chavismo, las funciones de Presidente tras elecciones democráticamente populares en abril de ese año, Venezuela no ha podido descansar aún de la lucha contra los antirrevolucionarios de la ultraderecha que desde los inicios de la revolución bolivariana han intentado biocotear la democracia y la estabilidad en el hermano país convocando a marchas y revueltas en contra de Chávez y de Maduro, respectivamente, lo que en las últimas semanas ha terminado en la vergonzosa y patética intentona de golpe de Estado confabulada por la oposición en alianza con paramilitares de extrema derecha que bajo el liderazgo de Leopoldo López Mendoza (hoy preso) han tomado las calles de Caracas y otras ciudades con el fin de destruir la democracia en Venezuela.
 
 
Que Venezuela es una dictadura por tener un régimen socialista, dicen los opositores. Que Venezuela sirve a las órdenes de Cuba, reniegan. Que en Venezuela se violan los Derechos Humanos, gritan. Que la crisis económica es culpa del régimen chavista, repiten los opositores. Pero, vaya, qué ciegos están. Repasemos un poco la historia, pues.
 
En primer lugar, en Venezuela no hay ninguna dictadura, pues hay libertad de expresión y tránsito, de credo y de elección, hay "oferta y demanda", iniciativa empresarial y libre agrupación, y un gobierno democrático y constitucional, pues Nicolás Maduro Moros fue elegido Presidente en elecciones libres, populares y multipartidistas en abril de 2013, en las cuales el opositor Henrique Capriles Radonski también pudo participar. Si la oposición en verdad aspirara a la democracia, entonces respetarían las elecciones democráticas de abril de 2013 en vez de seguir en las calles armando barricadas, atacando a los policías y a civiles inocentes que no comulgan con sus "ideas", prendiéndole fuego a todo y aprovechando el caos para el pillaje en tiendas, viviendas y súpermercados con el resguardo de sus fuerzas paramilitares de extrema derecha que son las que están violando los Derechos Humanos.
 
 
En segundo lugar, Venezuela no sirve a las órdenes de Cuba, ni Cuba a las de Venezuela. Ambos países son hermanos, latinoamericanos y se apoyan mutuamente ante la influencia y la intromisión estadounidense, pues es Estados Unidos el país que cree que tiene la potestad de meterse e intrometerse en donde se le da la gana como si fuera el amo y señor del mundo.
 
En tercer lugar, la crisis económica en Venezuela no la ha generado el chavismo, ni Chávez y Maduro, sino los conglomerados empresariales extranjeros que se niegan a invertir en Venezuela solo porque su Gobierno es de izquierda y no está alineado con Estados Unidos. Pero qué conchudez pues. Qué atrevimiento, que ahora resulte que hay que andar besándole el culo a Estados Unidos para que los empresarios extranjeros multinacionales puedan venir a nuestros países tercermundistas a invertir. Pero qué conchudez en verdad. ¿Dónde creen que están, señores? Este ya no es el siglo XIX ni el siglo XX cuando Estados Unidos invadía países tercermundistas que se le oponían, como lo hizo con Cuba, Japón, Filipinas, Costa Rica, Panamá, Vietnam, Camboya, Laos y medio Caribe. No señores. Ya basta. No somos sus lacayos, ni tampoco su patio trasero a donde nos mandan sus heces. Tenemos que hacernos respetar.

 
Pero claro, hay quienes no quieren hacerse respetar, y es que ni les importa. Quieren los centros comerciales, la televisión basura y los programas enlatados, quieren vivir en Venezuela como si Venezuela fuera una gran Miami. Pero no señores, Venezuela ya no es la patronal de unos cuantos terratenientes que obedecían las órdenes de Washington. Venezuela ya no es más esa patria humillada y esclavizada por las petroleras estadounidenses que se llevaban los recursos venezolanos a precio huevo. Venezuela es hoy un país libre, verdaderamente independiente, fuerte y valiente. Y por más opositores que quieran usurpar el poder, y regresar a Venezuela al medioevo latinoamericano del siglo XX, no lo podrán. Y no lo podrán lograr porque su lucha ilegítica y golpista es la de unos cuantos acomodados caudillistas que cada quien a su modo y bajo sus propios caprichos personales aspiran a valores extranjeristas estadounidenses sin ninguna base popular, como Leopoldo López y Capriles Radonski, quienes dicen luchar por la democracia, pero que en realidad libran sus propias luchas caudillistas y personalistas con el fin, cada quien, de conseguir el poder como a dé lugar. Así que no nos vengan con cuentos, que para mentirosos suficientes con todos los que ya tenemos.
 
Y como diría el compañero Chávez Frías: ¡Vávanse al carajo, yanquis de mierda, que aquí hay un pueblo digno!
 
 
 
 
Miércoles 5 de marzo de 2014
GianGian Producciones

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