miércoles, 5 de diciembre de 2012

La Navidad

 
Es muy probable que por estas fechas estés pensando en toda la parafernalia de las “fiestas” navideñas. Y es que nos han enseñado, lastimosamente, que Navidad significa comprar, regalar forzosamente. ¿Y qué de quienes no tienen para regalar ni una miga de pan? ¿Qué de los que no verán a Papa Noel bajar por la chimenea (si es que siquiera tienen chimenea o un techo debajo del cual cobijarse)? ¿Qué sucederá con los niños que fabrican juguetes acá en Latinoamérica y en Asia y no tienen ni tendrán juguetes con los cuales jugar durante estas “fiestas”? ¿Y qué de los miles de niños africanos que la ONU, la UE y los organismos internacionales han dado por “inservibles” e “insalvables” (porque salvarlos no es rentable, en cambio extraer oro, diamantes y petróleo sí lo es)?

¿Sucumbirás tú también a ese juego cruel del Capitalismo Neoliberal asesino y criminal? Nosotros, sinceramente, esperamos que no sea así. Esperamos que si crees en Dios, sea el cristiano o el que sea, no caigas en las redes del consumismo. Que antes de comprar y darle duro a tu tarjeta de crédito y gastes todo tu sueldo en electrodomésticos y aparatos tecnológicos que probablemente de aquí a seis meses sean obsoletos, pienses siquiera un par de segundos en la pobreza que te rodea, y que ella no es el fruto de la lucha de clases de los socialistas ni del equilibrio económico de los capitalistas, sino el más vil y despiadado fruto de este Sistema llamado Capitalismo (neoliberal, avanzado o transnacional, como lo quieras adjetivizar no importa). Porque el Capitalismo es hambre, muerte y terrorismo, es desigualdad y dogmatismo.

El Capitalismo es pobreza, y la genera porque beneficia a solo un puñado de seres humanos, mientras que a la gran mayoría la consolida como burguesía barata y bruta para que sea fácil de manipular con cada aparatejo que sale al mercado basando su sistema económico en el Capital. Fácil de educar, fácil de manipular, y por tanto fácil de desechar. Eso es lo que somos. Y lastimosamente "tenemos suerte", porque la otra gran mayoría de la población mundial yace entre la miseria y el hambre, en la humillación total. Y caer en el juego del consumismo es escupirle en la cara a toda esa gente que ha sido relegada a un hoyo casi sin salida por el Sistema y los grupos de poder, tanto políticos como empresariales. Y eso se llama colaborar con la maquinaria de terror.

Y es por eso que te preguntamos: ¿Dejarás que te manipulen y caerás en ese sucio juego llamado Navidad? Y no nos entiendas mal. No te estamos diciendo que dejes a un lado tus creencias religiosas ni tus costumbres culturales. Solo te estamos pidiendo que no seas un títere más, que no compres por comprar, porque el amor y el cariño no se miden en cuán grandes son los regalos que compres ni en cuántos compres. El amor y el cariño, y la amistad, no se miden con cosas materiales, se miden con el corazón. Pero allá afuera, en las tiendas y en las góndolas, no hay corazones, no hay amor ni cariño ni amistad; solo hay productos materiales que en un par de meses se harán inservibles porque la moda cambiará y porque la tecnología avanzará. Por favor, piensa, reflexiona, y no seas un títere más.
 
 
 
Miércoles 5 de diciembre de 2012.
*Dedicado a ELVS.
GianGian Producciones.