Hoy, 12 de setiembre de 2012, se cumplen 20 años de la captura por parte del GEIN (Grupo Especial de Inteligencia) de quien fuera el líder histórico del Partido Comunista del Perú-Sendero Luminoso (PCP-SL), Abimael Guzmán Reynoso. Pero en realidad no hay nada que celebrar.
Y es que no hay nada que celebrar porque al terror nunca se lo derrotó. Sí, capturaron a Abimael Guzmán, pero Sendero Luminoso jamás desapareció. Aún sigue allá, en la selva peruana, sometiendo niños y mujeres, sometiendo peruanos bajo el estandarte del narcotráfico.
Cuando Sendero Luminoso inició sus acciones subversivas en Ayacucho en mayo de 1980, la organización aniquilaba a peruanos inocentes, a quienes decían defender, y ahora lo sigue haciendo, con la única diferencia de que en la actualidad carece ya de un discurso politico-ideológico y no es pues más que un ejército personal y a sueldo de los traficantes mexicanos y colombianos de cocaína. Salvo ello y los atentados, las voladuras de torres de alta tención y los coches bomba, nada ha cambiado.
El Perú sufrió desde 1980 hasta finales de la década de 1990 una masacre indiscriminada, un genocidio desde todos lados. Sendero Luminoso aniquilaba a mansalva a quien se le daba la gana (niños, mujeres y ancianos) ni bien entraba a un poblado. Y de igual manera lo hico el Ejército del Perú en su "lucha antiterrorista". Y justamente por eso no hay nada que celebrar. Porque al terror no se lo combate con terror, y menos aún se puede aniquilar a quienes supuestamente se debe de proteger: los ciudadanos. Sendero Luminoso fue una organización terrorista, sí; y el Gobierno Peruano desde 1980 hasta el año 2000 fue también una organización terrorista, que aniquiló con hambre, armas y con políticas a sus ciudadanos, acrecentando una situación insostenible. Sendero Luminoso aniquilaba con machete en mano a la población, y el Gobierno Peruano lo hacía con fusil en mano.
Más de 69,000 peruanos fueron víctimas de la guerra interna en el Perú. Y de ellas, más de 31,000 peruanos fueron asesinados por Sendero Luminoso, mientras que más de 20,000 peruanos fueron asesinados por las Fuerzas Armadas del Perú. Por ello, Abimael Guzmán Reynoso, Fernando Belaúnde Terry (1980-1985), Alan García Pérez (1985-1990) y Alberto Fujimori Fujimori (1990-2000), son violadores de derechos humanos, asesinos y genocidas; unos monstruos.
El terror no viene solamente de quienes combaten al Sistema con armas y asesinatos, sino también de quienes someten a la población a las peores vejaciones a las que la ciudadanía podría verse sometida: injusticia, hambre y explotación.
Y aunque hay que alegrarnos de que Abimael Guzmán esté en la cárcel condenado a cadena perpetua junto a la cúpula senderista, no podemos celebrar por una guerra que aún no ha sido ganada. Y mucho menos olvidar la historia que nos tocó vivir, porque esa historia, ese pasado, nos define como nación.
Hoy es 12 de setiembre de 2012, y los años seguirán pasando. Pero lo que nunca debe de volver a pasar es lo que le ocurrió al Perú durante todos esos años, y que es lo que aún le sigue ocurriendo -y peor aún, lo que parece volver a surgir con fuerza-. ¡Nunca más!
Miércoles 12 de setiembre de 2012.
GianGian Producciones.
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2 comentarios:
A veces pienso que todos somos un poco terroristas. Destruimos, amenazamos, herimos y todo es un gran caos. No importan las ideologías que lo muevan, el terror solo causa más terror y dolor. A veces queremos justificarnos y solo llamar terroristas a un grupo específico con comportamientos específicos, para consolar nuestras conciencias. Sin duda Sendero Luminoso terminó siendo una gran lacra sin fundamento, pero terror también es el boom de los malos hábitos, la discriminación que aun contamina nuestra sociedad, la maldita línea de estratos sociales, la violencia del día a día. El día que descubramos eso empezaremos a curar heridas y vivir realmente en paz, sin la hipócrita tranquilidad que creemos hemos conseguido.
E
Totalmente de acuerdo contigo E. Mientras que no entendamos que el terror está en todos lados, y que también lo infligimos nosotros mismos, seguiremos sumergidos en el terror. Porque Sendero Luminoso y los gobiernos de Belaunde, García y Fujimori nos dieron de tragar terror, pero hoy en día seguimos tragando otro tipo de terror: el de un Sistema capitalista que nos está embruteciendo con sus medios de comunicación basura y con un orden económico caduco que nos está llevando al colapso social y ambiental. Entender que las palabras "terror" y "terrorista" son usadas con un interés mediático para mantener el poder imperialista de las transnacionales y del capitalismo es crucial.
Saludos,
GianGian Producciones.
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