sábado, 29 de enero de 2011

El nuevo escenario laboral

España ha pasado a tener 4,6 millones de desempleados, demostrando así que la crisis económica que explotó en 2008 no ha acabado, y que por el contrario, los discursos de mandatarios y gobiernos mentirosos y felones como los de Alan García y su gabinete de aduladores es una farsa para ocultar la realidad: que la crisis no ha amainado y que países tercermundistas como el Perú no avanzan. Porque esa es la realidad. Y no hay que ir muy lejos para darse cuenta de eso, pues países latinoamericanos como Argentina, por ejemplo, están afrontando aún la crisis económica con inflación, tal como también está sucediendo en Uruguay, uno de los países latinoamericanos más estables de la región. Entonces, ¿dónde está el progreso?

En esta línea, el Gobierno español ha retrasado la jubilación de 65 a 67 años para “asegurar que los futuros jubilados cobren sus pensiones”, según han afirmado algunos voceros del Gobierno ibérico.
Recordemos pues que el retraso de la jubilación ya está en vigor en países como Francia, Alemania, Italia, Dinamarca, Portugal, Suecia y el Reino Unido. Aquí en el Perú hace unos años también se retrasó la jubilación a 65 años los hombres y a 60 años las mujeres, y algunos analistas peruanos han dicho que el Gobierno peruano debería de empezar a pensar en incrementar la vida laboral para asegurar “el crecimiento de la economía del país”. Entonces, aquí nos preguntamos si eso lo hacen para “asegurar el crecimiento de la economía del país” o para “asegurar el crecimiento de la economía de las grandes empresas”. Porque como van las cosas, aquí los únicos que están creciendo son los grandes grupos empresariales y las patronales, sobre todo las transnacionales que vienen aquí a conseguir mano de obra barata.

No olvidemos que los logros laborales que se lograron a principio del siglo pasado (como las 8 horas, la gratificación, las vacaciones y etcétera) ya se han perdido, no solo en Latinoamérica, sino también en Europa y Asia (no incluimos a África porque allí nunca hubieron derechos laborales).
Y tal como sostiene el sindicalista peruano Juan José Gorriti en una entrevista que le hace el periódico independiente Hildebrandt en sus trece, acá en el Perú la pesadilla se inició con Fujimori, cuando esté dio el autogolpe y con la nueva constitución de 1993 aniquiló los derechos laborales, dando inicio a la era del despido -tan practicada en el Perú por cuanta compañía existe- y a los sueldos de hambre con la disolución de los grandes sindicatos y las nuevas leyes que impiden la libre asociación de los trabajadores para formar o conformar sindicatos bajo amenaza de inmediato despido. Otro de los sindicalistas entrevistados, Pepe Centurión, declara que “hoy (los jóvenes) se dejan engatusar por las empresas que los llaman ‘colaboradores’ y no ‘trabajadores’; se dejan conquistar cuando les organizan conciertitos para que no asistan a las huelgas...”.
Y esa es la realidad. La tercerización del trabajo sumada al colapso de los derechos laborales presenta hoy en día un nuevo escenario laboral no solo en Latinoamérica y Europa, sino también en el resto del Mundo.

Entonces, viendo cómo los derechos laborales son cada vez más recortados y violados, ¿nos estaremos acercando a una nueva revolución laboral como la del siglo pasado? Porque queda claro que la nueva economía “neoliberal” -que no es más que el Capitalismo en su nueva etapa- está demostrando que lo que menos le importa e importará son los trabajadores y los derechos de estos.



Sábado 29 de enero de 2011.
(Citas extraídas de Hildebrandt en sus trece).
GianGian Producciones.

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