¿Juráis servir, cuidar y amar a fulanito de tal hasta que la muerte os separe? Sí, acepto.
Así empieza la pesadilla de la mujer, aceptando lo que es la reafirmación de su inferioridad sexual, intelectual y productiva, ante la sociedad machista de sumisión femenina y, sobre todo, ante la mayor institución sexista-machista de la historia del ser humano: la Iglesia. ¿Y es que es el matrimonio una institución de opresión y maltrato de la integridad de la mujer? Sí. El matrimonio es una institución religiosa patrocinada por la Iglesia Católica, y como tal lo único que hace es sumergir a la mujer en su condición de inferioridad ante las sociedades cristianas, sociedades machistas hay que recordar. Es de esta forma que la mujer queda sumida a la voluntad de su marido, tal cual perro faldero. Y el anillo es como el collar del perro faldero, una muestra de que la mujer es un objeto más, una propiedad privada, del marido avasallador. Y más allá de si el marido lleve su anillo, porque también este tiene uno, es la mujer quien paga el precio de ser vista con el anillo.
La mujer tomará, así, el apellido del marido, o bien lo anexionará al suyo como segundo apellido. Oh, pase usted señora de fulanito de tal, como si la mujer fuera un objeto a atribuirse como propiedad privada del marido. Más aún, es la mujer quien debe cambiar de calificativo con el matrimonio, pues pasa de ser señorita a ser señora. Imposible decirle a una mujer casada señorita, porque sería ir en contra de lo que dicta la Iglesia, y eso es sacrilegio y entonces nos jodimos, porque entonces recibiremos el castigo divino de un Dios que se nos fue impuesto por tradición. Así, la mujer es quien debe y tiene que renunciar a su juventud, más el hombre no. Es decir, si tú, mujer, te casaste, entonces te cagaste, porque ahora ya eres una vieja. La mujer casada, repito, es simplemente una propiedad privada, cual objeto, de su marido durante toda su vida matrimonial, lo que da como consecuencia un índice de esclavitud -esclavitud que aún no ha sido abolida-. E incluso después de fallecido el marido, la mujer sigue siendo vista como una propiedad privada del difunto, por lo cual es denominada como “la viuda de tal fulano”. Ni aún muerto el marido, la mujer puede librarse de su yugo opresor. Y es que tienes que ser fiel mujer, porque sino Dios te castigará. Lo ha dicho la Iglesia, y es santa palabra el bla bla bla de la Iglesia, eh.
La mujer tomará, así, el apellido del marido, o bien lo anexionará al suyo como segundo apellido. Oh, pase usted señora de fulanito de tal, como si la mujer fuera un objeto a atribuirse como propiedad privada del marido. Más aún, es la mujer quien debe cambiar de calificativo con el matrimonio, pues pasa de ser señorita a ser señora. Imposible decirle a una mujer casada señorita, porque sería ir en contra de lo que dicta la Iglesia, y eso es sacrilegio y entonces nos jodimos, porque entonces recibiremos el castigo divino de un Dios que se nos fue impuesto por tradición. Así, la mujer es quien debe y tiene que renunciar a su juventud, más el hombre no. Es decir, si tú, mujer, te casaste, entonces te cagaste, porque ahora ya eres una vieja. La mujer casada, repito, es simplemente una propiedad privada, cual objeto, de su marido durante toda su vida matrimonial, lo que da como consecuencia un índice de esclavitud -esclavitud que aún no ha sido abolida-. E incluso después de fallecido el marido, la mujer sigue siendo vista como una propiedad privada del difunto, por lo cual es denominada como “la viuda de tal fulano”. Ni aún muerto el marido, la mujer puede librarse de su yugo opresor. Y es que tienes que ser fiel mujer, porque sino Dios te castigará. Lo ha dicho la Iglesia, y es santa palabra el bla bla bla de la Iglesia, eh.
Pero lo peor, sin duda, está en que el matrimonio es una institución que ve a la mujer como una máquina de reproducción, como si fuese lo único a lo que hubiera venido a hacer al mundo. Cásate y dale hijos a tu marido, ¡y no uses condón!, porque el condón es producto de Satanás, de quienes se han aleado con Lucifer en el complot contra Dios. Así es mujer, la Iglesia te casa con mucho gusto y pompa, no para que seas feliz, sino para que traigas más niños a este mundo hiperpoblado. Y es que ha Dios le encantan los niños pues, ¿por qué será, no?
Sin embargo, más allá de ser una institución aberrante, el matrimonio es el mayor negocio para quienes han sabido aprovechar las circunstancias entendibles de las diferencias entre los individuos. ¿A qué me refiero? Pues al divorcio, el mayor negociado del aparato estatal que se ha sabido servir muy bien del plato. En cuanto a la Iglesia, su fascismo y aberrante comportamiento sexista y machista no tiene límites, pues la Iglesia jamás reconocerá al divorcio. Para la Iglesia, Dios no acepta que las relaciones conyugales no funcionen y que, así, la gente se separe. Es decir, Dios no es tan piadoso como palabrean los fanáticos religiosos, pues no acepta la redención ni el arrepentimiento. Ante Dios te casas una sola vez mujer, y si tu marido es un explotador machista y te maltrata, simplemente te jodiste. Es decir, la Iglesia te dice a ti, mujer -sí, a ti mujer-, que si te divorcias, no hay problema, hazlo, pero ante la Iglesia siempre seguirás siendo propiedad de tu marido.
La Iglesia, con su machismo instaurado como tradición venerable e irrefutable, desde cualquier punto de vista, es un aparato supranacional que ha instaurado sus instituciones tradicionalistas como una obligación para quienes quieren compartir el resto de sus vidas juntas.
La Iglesia, con su machismo instaurado como tradición venerable e irrefutable, desde cualquier punto de vista, es un aparato supranacional que ha instaurado sus instituciones tradicionalistas como una obligación para quienes quieren compartir el resto de sus vidas juntas.
Pero para compartir el resto de tu vida, no necesitas del matrimonio, pues el matrimonio no permite conllevar el amor de forma libre, sino bajo estamentos conductuales propios del Medioevo. Es así, que el matrimonio es, y siempre será, una institución de represión masculina hacia la mujer, vista siempre como una inferior en todo sentido bajo la óptica cristiana. ¡Muerte a la Iglesia!
Lunes 18 de enero de 2010.
GianGian Producciones.
6 comentarios:
el condón es pecado y al parecer llevar tu propio apellido tmb lo es... qué dolor de cabeza todo eso.Cada loco con su tema.
Pero creo que ultimamente la mujer se ha liberado bastante tmb ah.
pero las chicas andan tan locas por casarse tmb! Ya es por la educacion de la familia pues, que les emten en la cabeza eso desde que nacen creo.
Eliani jajaja Sí, es cierto...
Anónimo: No, ni creas ah. La mujer se ha liberado sexualmente, talvez, pero aún sigue siendo vista como inferior, en gran medida, dentro de la misma sociedad. Lo peor de todo, es que la mayoría de las veces son las mujeres las que se limitan entre ellas...
Kevin: ¡Muerte a la Iglesia, ya!
Hc: Sí, eso es verdad. El principal problema del sexismo y el machismo, y en general de las limitaciones sexuales, es la familia. Regalarle a las hijas la barbie, la muñeca y el conjunto de té, es pues una limitación. Asimismo como regalarle al hijo el carrito, la pistola y al rambo, todo eso es limitación. Pero si te das cuenta, lo que se hace es preparar a l@s niñ@s o para ser la ama de casa o para ser el súper macho brabucón... En ese sentido, debe haber pues una reforma directa y concluyente en la institución familiar. Eso solo estará en nuestras manos como futuros padres y madres... Saludos y gracias por visitar siempre...
si bueno eso ya lo sabia de que el matrimonio no es mas que sexismo am y te falto que cuando una pareja se divorcia si el hombre se vuelve a casar aunque por la iglesia no porque solo les dan una bendicion la mujer ya no puede comulgar aunque el sea su primer esposo XD
oye me gustaria saber de donde nace el matrimonio, o sea sabemos que la razon es someter al sexo femenino pero ¿porque? ¿que fue lo que paso?algo debio haber pasado y ¿que es lo que motiva a la iglesia catolica? aparte de predicar la palabra de su dios que es el hombre blanco...
No se si podrias recomendarme alguno libros o contestarme mis preguntas porfaaa
Hola Anónimo. Buena intervención eh. Mira, yo también un tiempo me pregunté esas mismas preguntas.
Primero, supongo que la razón de que se creara el matrimonio en algún momento de la historia fue la necesidad de proteger la virginidad para evitar la promiscuidad o las violaciones...
Y la Iglesia Católica, al igual que el resto del Cristianismo, el Judaísmo y el Islamismo, presentan ese factor común: proteger la virginidad y evitar la promiscuidad.
También creo que el hecho de que exista el matrimonio es algo natural, genético. Hay muchos aninmales, y sobre todo mamíferos, que presentan también una manera "primitiva" de matrimonio. No sé si los cisnes o gansos, pero una de esas aves tiene una dansa para aparearse y, luego, ya no se vuelven a separar nunca más. Me parece que esa podría ser otra razón a tomarse en consideración.
PD: No conozco ningún libro especializado en ese tema, pero podrías buscar en Internet la verdad, debe haber seguro alguno en formato PDF para leer o descargar gratuitamente eh...
Saludos cordiales.
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