Aunque es una vieja costumbre para "renovar" los totorales, la quema de éstos por parte de la población de las islas flotantes de Los Uros en la bahía de Puno, genera un alto grado de contaminación por la enorme cantidad de humo que producen. En estos tiempos de calentamiento global, deben buscarse alternativas para evitar que esto siga ocurriendo... además, seguramente esto afecta gravemente el turismo que llega a la ciudad de lago.
Preocupante y nuevamente preocupante: los uros -de la etnia Uro- en Puno, bajo la vieja costumbre, queman los totorales para "renovarlos". Inmensas nubes de humo se desprendes de las islas flotantes y contaminan el medio ambiente, sobre todo el delicado ecosistema de Puno. Entonces, uno se hace la inevitable pregunta de ¿dónde están las autoridades que permiten esto? Puno, bastión del nudo de Vilcanota, enjambre de montañas heladas, debe ser preservado y ser un frente clave para la lucha anticontaminación. Este Gobierno, "tan preocupado por el bienestar del pueblo" -según dicen- debería estar ya tomando cartas en el asunto. Y no se trata de intervención estatal ni de represión, se trata de la preservación de nuestros glaciares, los que nos proporcionan el agua que bebemos tan indiferentemente, esa que nos refresca, satisface y alegra. ¿Dónde está el Gobierno y las autoridades? Simple, están pero no están. Claro, están acá en Lima, robando y tejiendo sus redes, mientras el resto del país camina por sus propias cuentas. Y es que el medio ambiente no importa pues, lo que importa es que la economía camine bien y el "Perú crezca". Claro, ¿pero a qué precio?
Checa la noticia original aquí.
Miércoles 7 de enero de 2010.
(Noticia extraída del diario La República).
GianGian Producciones.
1 comentarios:
Es complicado mantener un balance entre las costumbres sociales de un lugar y el bienestar global a la vez. Pero, sin duda, como dices, para ello existe el Estado y quienes lo dirigen para preservar la sostenibilidad.
Publicar un comentario