Hoy, miércoles 30 de setiembre de 2009, nos sentimos avergonzados, indignados, enojados. El juicio al ex presidente alberto fujimori fujimori -así, todo con minúsculas- ha terminado. Ha terminado con una “confesión sincera”. Mentira. Eso no es una confesión sincera. Eso es pillaje -es viveza de un cuajo de mierdas andantes que es lo que son los fujimoristas y el lagarto de su líder criminal y genocida-. Este sujeto de ojos jalados aceptó los cargos para que no se investiguen los actos de corrupción y peculado, porque si se hubiera investigado, todo el Gobierno actual hubiera caído redondito. Todos, tanto congresistas como ministros, tanto militares como empresarios radio-televisivos, tanto políticos como conductores de radio y televisión, tanto el presidente como muchos más corruptos.
Pero así de estúpida es nuestra justicia -si es que se le puede llamar justicia-. Y si hay algo que indigna más, es que las penas no sean acumulativas y que las máximas penas por ciertos delitos sean tan bajas. Por ejemplo, cómo es posible que por violación de derechos humanos (en el Perú) la máxima pena sea solo de treinta años; que por corrupción y peculado la máxima pena sea solo de 8 años. Es imposible, incomprensible. Y es que esta justicia que nos ampara es un chiste pues.
Este maldito corrupto y fascista debería purgar pena de al menos ciento cincuenta años, para que se pudra en la cárcel hasta que no quede rastro de su asqueroso cuerpo. Esa hubiera sido justicia verdadera. Pero no lo es pues, acá la justicia está hecha para proteger a ciertos sujetos, a maliciosos culposos, a lagartos y serpientes, a basuras y excrementos de la sociedad y el poder. ¡Indignación!
Pero así de estúpida es nuestra justicia -si es que se le puede llamar justicia-. Y si hay algo que indigna más, es que las penas no sean acumulativas y que las máximas penas por ciertos delitos sean tan bajas. Por ejemplo, cómo es posible que por violación de derechos humanos (en el Perú) la máxima pena sea solo de treinta años; que por corrupción y peculado la máxima pena sea solo de 8 años. Es imposible, incomprensible. Y es que esta justicia que nos ampara es un chiste pues.
Este maldito corrupto y fascista debería purgar pena de al menos ciento cincuenta años, para que se pudra en la cárcel hasta que no quede rastro de su asqueroso cuerpo. Esa hubiera sido justicia verdadera. Pero no lo es pues, acá la justicia está hecha para proteger a ciertos sujetos, a maliciosos culposos, a lagartos y serpientes, a basuras y excrementos de la sociedad y el poder. ¡Indignación!
Miércoles 30 de setiembre de 2009.
GianGian Producciones.
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1 comentarios:
A fujimori le hubieran aplicado al pena de muerte (como a cualquier terrorista o genocida) pero no existe la pena pues. Ojalá muera en prisión.
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