Analizando la farsa

Estuve analizando el discurso presidencial que nuestro tan amado presidente, el señor Alan García Pérez, diera el pasado martes 28 por el aniversario del Perú en sus 188 años de vida independiente. ¿Independiente? ¿Cuándo? ¿Dónde y cómo? Que yo sepa la independencia del Perú es tan falsa como la honorabilidad y patriotismo de toda la bancada aprista, pues, como país, estamos tan sujetos a las órdenes de la magnificencia estadounidense como a los intereses chilenos tal cual esclavitud moderna. Pero ese no es el punto. El punto son las siempre tan habituales metidas de pata a las que nos tiene acostumbrados el gordito rechonchón de Alan García. ¿Qué puntos? Pues hay muchos eh. Uno de ellos es la clara omisión que le dio al tema del baguazo. “Hemos tenido problemas” dijo, pero no dijo ni uno, menos lo del baguazo. No le convenía. Muy grave, teniendo en cuenta que tal hecho quedará gravado en la historia del Perú como la mayor crisis del gobierno aprista en este segundo mandato suyo. Pero así es el Perú, se omite lo que no conviene hablar. ¿Y quién dijo algo, quién reclamó? Nadie, salvo claro el siempre picante Cesar Hildebrant en su nuevo programa “A las 10 con Hildebrant”. Rosa María Palacios, esa proto periodista que no hace más que obedecer órdenes de arriba, quiso hacer una especie de crítica sin lograr nada resaltable, salvo su el resalto que le dio a los 3 millones que quedaron al aire al momento de comprar el discurso del año pasado con el de este año. Luego, nadie ha dicho nada de manera objetiva y con afán de verdadera crítica. Hildebrant hizo una aclaración que encuentro importante recordar: “El Perú no es un país serio, y eso se debe a que los peruanos no somos un pueblo serio”. Importantísimo recordar eso, tenerlo presente siempre. Yo también pienso igual y desde hace ya mucho, supongo que muchos piensan así. Y es cierto, no somos un país serio. Si lo fuéramos, hace ya mucho tiempo Alan García estaría fuera del gobierno. Más aún después de su memorable y vergonzosa frase: “estas personas no son ciudadanos de primera clase...”. El está bien gordo, casi por reventar, y es bien corrupto y mentiroso, por lo que supongo que él sí es de primera clase. Verdaderamente tal torpeza le hubiera costado el mandato a cualquier otro presidente en cualquier otro país que se jacte de muy demócrata.
Por otro lado, García habló de que el Perú está armado hasta los dientes y que estamos preparados para hacerle frente a cualquiera que quiera agredirnos. ¿Está loco este sujeto? Que vaya y le diga eso a los chilenos que tienen misiles de largo alcance, aviones rusos y franceses de última generación y un satélite espacial vigilando las costas peruanas, sin contar los tres otros satélites que adquirirá a mas tardar a inicios del 2010 con coordenadas fijadas en territorio peruano, por nombrar algunas de sus notables superioridades militares sobre nuestras decadentes fuerzas armadas. Sólo un loco desquiciado diría una desfachatez como esa. Habló también de una reducción de la pobreza en 14 puntos. ¡Está loco este sujeto! Eso es imposible. No se puede hacer, menos en tan poco tiempo. Se podría una cifra así en un lapso de muchísimos años. Además, ¿de qué disminución de pobreza nos podrían hablar? Claro, si los ricos son más ricos, hay más inversión y los grandes empresarios tienen ingresos exorbitantes, es lógico que las estadísticas indiquen que hay menos pobres. ¿Por qué eso? Simple. Verán, si el rico tiene 100 soles y el pobre 0 soles, en las estadísticas y en el PBI saldrá que el rico tiene 50 soles y el pobre también 50 soles. ¿Por qué? Pues porque el PBI divide la cantidad superior y la divide entre el total de la población para, luego, repartir el resultado entre toda la población. Por lo tanto, lo que indica el PBI es falso y lo que dicen las estadísticas también son datos falsos, pues estas están manipuladas por el gobierno. Así, tanto el crecimiento de la economía del país, la reducción de la pobreza, las exportaciones, etc., etc., etc., son datos y cifras falsas, falsas como todos aquellos que las hacen y dan.
Por último, tenemos que resaltar que el discurso de fiestas patrias es un palabreo impresionante donde el presidente, Alan García en este caso, nos habla y nos habla pavadas (literalmente) y nos pasea sin rumbo ni paradero con fines de manipulación y adormecimiento de las masas para conseguir una omisa reacción de la población. No nos hablan de los logros y proyectos realizados, sólo nos hablan de más y más promesas, de pura verborrea asquerosa y nauseabunda. Pero claro, es compresible pues, pues qué logros podría haber conseguido este Gobierno más que haberse repartido las riquezas de la nación entre ellos y regalado la selva, el mar y más trozos de nuestra tierra a extranjeros ultra capitalizados y esclavizadores de la nueva era global. No hay objetivos claros en el Gobierno, menos en este gobierno aprista. Vergüenza ayer, hoy y siempre mientras estemos liderados por una clase dominante como la que tenemos, corrupta, nada seria y nada profesional, muy manipulada por intereses exteriores y personales. Somos un país que carece de líderes. Sí, lo somos. Somos un país que carece de aptitud y actitud, no sólo en su clase dirigente, sino también en su propia población. Asco siento y debemos sentir por el gobierno actual, por Alan García y su evidente actitud de superioridad magnificente. ¡Asco y vergüenza nacional!
Hasta el próximo año será, para volver a escuchar lo mismo de siempre: basura.

Jueves 30 de julio de 2009.

(Imagen extraida del blog "Hoja Obrera").

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