En el mundo, la mitad de los pobres del planeta vive en países ricos en recursos, como el Perú, Colombia, Brasil, Bolivia, el resto de Latinoamérica y países africanos y asiáticos, de donde no solamente se extraen hidrocarburos, sino también minerales de todo tipo (como oro, cobre, litio, etcétera), madera, carbón, recursos alimenticios terrestres y marítimos, así como también recursos medicinales derivados de la flora, y últimamente también agua.
Sin embargo, la mitad de toda la riqueza mundial está concentrada en manos de solo el 2% de la población mundial. Es decir, en multimillonarios que viven en Estados Unidos, México, la Unión Europea, la Federación de Rusia, India, Japón y la República Popular China. Representando todos ellos un aproximado de 140 millones de los más de 7 mil millones de seres humanos que hoy en día habitamos este planeta.
Añadamos a esta situación el hecho de que solamente el 20% de los humanos consume más del 80% de todos los recursos naturales del planeta Tierra. Esto significa que 1,400 millones de personas consume más que todos los 7 mil millones que somos actualmente.
Es decir, justo en esos países "desarrollados" es en donde está concentrado el grueso del mencionado 20% de humanos, ya que son esos países "desarrollados" los productores de productos terminados (valga la redundancia), más no de materias primas.
Las materias primas vienen de los países en donde está el otro 80% de la población, los pobres que viven para producir lo que le venden a precios bajos al Primer Mundo, y que les será vendido posteriormente como productos terminados a altísimos precios una vez sean transformados en electrodomésticos y demás chucherías para la "vida moderna".
Así funciona este mundo. Donde aproximadamente 5,600 millones de personas trabajan con sueldos de hambre (y muchas veces sin sueldos) para el beneficio y la comodidad de solo el 20% de la población mundial. Linda humanidad.
Fuente: Documental "Home", 2009.
*Información adaptada y modificada.
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