viernes, 17 de febrero de 2012

Siria y el genocidio

Siria ha pasado de tener un régimen dictatorial a tener un régimen genocida. Ese brusco cambio que suelen adoptar todas las dictaduras, no solo en el Mundo Árabe sino también en Latinoamérica, África y Asia, se dio desde que el Gobierno sirio decidiera aplastar la revolución contra el régimen de Bashar Al-Assad que se inició desde fines del año pasado (2011). Las medidas antirrevolucionarias del régimen se extendieron a varias ciudades del país a través de la represión militar, pero estas se intensificaron el 3 de febrero de 2012 cuando el ejército sirio capturó durante la noche a un grupo de oficiales del rebelde Ejército Libre de Siria en la ciudad de Homs. Es así que el viernes 4 de febrero se inician los bombardeos en varios barrios de la ciudad de Homs, bastión de los rebeldes sirios que exigen un cambio de gobierno, quedando esta ciudad totalmente cercada por las fuerzas militares del régimen de Al-Assad.
Lo triste y a la vez irónico de esta historia es que el 4 de febrero de este año se cumplían 30 años de la Masacre de Hama, una ciudad siria ubicada a unos 50 kilómetros de Homs que en 1982, durante el régimen del exdictador Hafez Al-Assad -padre del actual dictador sirio Bashar Al-Assad-, sufrió también un cruento bombardeo por parte de las fuerzas militares sirias durante el mes de febrero con la finalidad de eliminar las revueltas que lideraban los Hermanos Musulmanes con el apoyo de las poblaciones suníes y que dejó un saldo aproximado de entre 10 mil y 40 mil civiles asesinados, convirtiéndose la Masacre de Hama en talvez la carnicería del siglo XX más sangrienta llevada a cabo en Medio Oriente por un Gobierno en contra de su propio pueblo. En aquella masacre de 1982, entre otras cosas, recordemos, las poblaciones suníes fueron masacradas y además despojadas de sus hogares, lo que le permitió al gobierno de Hafez Al-Assad repoblar la ciudad de Hama (y de paso la ciudad de Homs) con poblaciones alauíes, el clan religioso que está actualmente en el poder y al que pertenece la familia Al-Assad. Hoy por hoy, Bashar Al-Assad intenta hacer en Homs lo mismo que hizo su padre en aquel fatídico febrero de 1982, pues en Siria son los alauíes los que apoyan férreamente al régimen de Bashar Al-Assad.
Al día de hoy las comunicaciones de la resistencia en Homs con el exterior es cada vez más difícil, pues las antenas parabólicas que suministran de señal satelital que permite el acceso al Internet se han convertido en un objetivo primordial del bombardeo para interrumpir las comunicaciones con el exterior y encubrir así la masacre. Y son muy pocos los que aún cuentan con acceso al Internet y pueden seguir con la resistencia mediática en el Internet para intentar sensibilizar a los extranjeros. Pero las comunicaciones no son lo único que escasea en Homs, pues el ejército ha cortado también todo suministros de alimentos y medicinas que se dirija hacia Homs para que la resistencia allí muera de hambre o desangrada. Y para intensificar las medidas antirrevolucionarias, el ejército también ha cortado la energía eléctrica, lo que empeora la situasión no solo de la resistencia sino también de los miles de civiles que se encuentran atrapados en una ciudad que cada día más está llena de cráteres, casas y edificios derrumbados y humaredas de humo por todos lados.
Casas y hospitales de los barrios de Baba Amr, Aljaldia, Inshaat, Bayyada, Khaldiyeh y Bad al Sdaa son bombardeados día y noche, y los francotiradores le disparan a cualquier cosa que se mueva. Pero todos los bombardeos son realizados desde las periferias de la ciudad por artillería pesada. ¿La razón? Evitar que los soldados ingresen a la ciudad y deserten para unirse a los rebeldes. No obstante, parece ser que el ejército terminará entrando en los siguientes días para realizar la campaña antirrevolucionaria calle por calle. Y mientras tanto, la población civil está, práctica y literalmente, encerrada en sus casas, rezando por que no les impacte un proyectil de mortero o algún misil. Son unos 800 mil civiles que sufren día tras día, de noche y de día, la ferocidad militar de un régimen genocida que busca eliminar toda resistencia contra su poder a cualquier costo para que esta insurrección revolucionaria no se extienda a ciudades como Hama, Alepo o a la misma capital Damasco. Y el objetivo es eliminar a los insurgentes, a sangre y fuego.
Ante esta situación, los pocos ciudadanos de Homs con acceso a Internet y que se han logrado comunicar con la prensa extranjera coinciden en que la razón para que la comunidad internacional no haga nada para ponerle fin al genocidio en Homs es por una simple y sencilla razón: Siria no tiene petróleo. Y esa es la razón por la que la ONU no interviene en Siria y sí lo hizo en Libia contra Gadafi. Y claro está que el vergonzoso veto de la Federación Rusa y de la República Popular China contra la intervención en Siria tiene sus propios intereses, talvez inspirados por esa intención de ocultar los crímenes que ambas naciones cometen también contra su propio pueblo. Violadores que callan violadores y apoyan a otros tantos violadores, y siempre los que sufren son los violados.
Una triste realidad; la triste historia de una masacre más que volverá a ser olvidada por la comunidad internacional que solo busca enriquecerse con materias primas y combustibles. Y mientras tanto, en Siria los ciudadanos mueren y son aniquilados.

Aquí algunos videos de la masacre llevada a cabo en varios barrios de la ciudad de Homs:



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Viernes 17 de febrero de 2012.
GianGian Producciones.

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