martes, 29 de junio de 2010

Soya: ¡nuestra peor enemiga!

Es momento de hablar de la “soya”.
¿Alguien sabe de dónde sale la soya manufacturada y procesada que usan pues en casa los jóvenes y adultos que defienden a los animales no humanos?

¿Alguien le atina? Seguro que no, eh. Pues el proceso es largo, y muy interesante.
Bueno, hay que primero empezar diciendo que el primer país productor de soya en el mundo es Brasil, seguido por Estados Unidos, Argentina, China, India y Paraguay, ente otros -Bolivia también es un importante productor de soya-. También hay que decir que debido al TLC que el Perú tiene con Estados Unidos y algunos otros acuerdos comerciales, se está empezando a sembrar soya acá también; claro, en menor medida.
Luego, hay que seguir diciendo que Estados Unidos es el gran impulsor de la siembra de la soya y de los productos derivados de dicha planta, sobre todo de los combustibles a base de soya, razón por la cual Estados Unidos a presionado tanto a Brasil para que incremente su producción de soya en los últimos años; lo que también ha hecho con China e India.
Y finalmente, hay que decir que la soya está en todos los lugares donde nos la podamos imaginar, tanto en nuestras comidas, como en las medicinas y hasta en los combustibles. El principal combustible a base de soya es el Etanol y la principal medicina a base de soya es la Pitosoya, para quienes no lo sepan; y Estados Unidos impulsa su producción y comercialización; y Brasil es la principal fuente de soya para su producción junto con Estados Unidos.

Ahora, bien, acá lo de importancia para este artículo es decir que para sembrar soya se necesitan pues grandes extensiones de tierra. De ahí que todos los grandes productores de soya sean países con territorios extensos y fértiles: Brasil, Estados Unidos, Argentina, India y China.
El problema de la soya radica en que la tierra que se utiliza para su siembra solo se puede utilizar durante algún tiempo, para unas cuantas cosechas -esa es la peculiaridad de la soya-. Luego, dichas tierras quedan infértiles y totalmente inutilizables. Es por eso que para su siembra se tienen que talar árboles, bosques enteros y grandes extensiones de selvas, que es lo que viene sucediendo en Brasil desde la década del noventa. He ahí la razón de porqué la tala de los bosques húmedos del Brasil haya incrementado tanto en los últimos años, y el porqué la taza de deforestación se haya disparado por los cielos en el Brasil desde los noventas, años en los que empezó el boom de los productos a base de soya.
La selva amazónica del Brasil es incendiada a propósito continuamente en desmedro de los nativos y especies animales y silvestres únicas que allí habitan, para luego ser reducida a carbón y poder ser talada, para así poder obtener tierras para la siembra de la soya. Finalmente, tras la quema y tala de los bosques, lo único que queda es tierra lista para la siembra de la soya. (Tener en cuenta que en el proceso de quema y tala de los bosques húmedos, cientos de personas son desalojadas, sobre todo las comunidades nativas).
Y hay que decir, entonces, que el proceso es continuo, pues 1) se quema el bosque; 2) se reduce el bosque a carbón; 3) se tala completamente todo árbol, planta y rastro de vida vegetal y animal; 4) llega la maquinaria pesada lista para arar la tierra; 5) se siembra la soya; 6) se obtienen algunas cuantas cosechas y, finalmente, 7) la tierra queda infértil y pues 8) se deshecha. Entonces, el último paso es 9) buscar nuevas tierras fértiles, y 10) para eso se tendrá que repetir el anterior proceso una y otra vez, continuamente.
También hay que decir que tras su desecho, dichas tierras quedan listas para que las multinacionales “granmineras” vayan a buscar petróleo, oro o plata, o algún otro mineral o metal pesado; con lo que se iniciará entonces un proceso minero contaminante, con lo cual esas tierras quedarán ya totalmente inutilizables. (Tener en cuenta que el método de minería utilizado en dichas tierras siempre es a tajo abierto, lo cual es muy, muy, contaminante).

Ese es el proceso completo que se lleva a cabo para que la soya llegue a los mostradores de los supermercados, tiendas, bodegas y demás, para finalmente terminar en nuestros platos y comidas. Pero el problema radica en que el consumo de soya incentiva a la tala de los árboles; de los bosques del Brasil y las selvas asiáticas de la India y la China; a la tala indiscriminada con fines comerciales de la amazonía del Brasil, Perú, Colombia y Venezuela. En Bolivia se talan cientos de hectáreas de bosques para la siembra de la soya, lo cual significa que miles de animales se quedan sin dónde vivir y mueren. Y en Estados Unidos e India, la tala de los bosques y selvas es impresionantemente brutal e irracional. Y en China, ni qué hablar; allí la tala llega a cifras inimaginables, teniendo en cuenta que allá el Gobierno totalitario hace lo que se le venga en gana, zurrándose totalmente en toda ONG ambientalista, grupo sindicalista o en cualquier otra voz de protesta.
Algo muy importante que hay que decir, es que durante el proceso de quema y tala de los bosques y selvas, muchos animales son capturados por personas inescrupulosas que los venden a zoológicos y/o circos, donde, como sabemos, los animales serán explotados y maltratados hasta morir.

Y toquemos el tema de los animales, que es la principal razón del consumo de soya en casi todo el mundo.
Primero hay que comprender que los animales son seres muy sensibles. Entonces, si destruimos sus hábitats, sus ciclos de reproducción se alteran, lo que genera que las crías nazcan en una estación no adecuada y mueran al poco tiempo; lo que conlleva a que el proceso de extinción sea más rápido y que muchas especies mueran en masa, ya que al no haber crías, el número de la especie queda reducido continuamente a tan solo pocos ejemplares.
El proceso de destrucción de los bosques y selvas es demasiado rápido como para que las especies animales se puedan adaptar adecuadamente al drástico cambio, lo cual deriva, también, en la aceleración de la extinción de las especies animales. Y todo eso es -sí, así es señores- causado por la tala de bosques y selvas, no solo en Brasil, sino también en Estados Unidos, China, India, Argentina, Paraguay, Bolivia y ahora en el Perú también.

Salvar a los animales no quiere decir solo salvar a la res, al cerdo y al pollo o pez; quiere decir también salvar a las diversas especies de monos que habitan en la amazonía, donde también habitan mariposas, insectos, roedores y cientos de cientos de demás animales.

En conclusión, la soya es perjudicial tanto para el medio ambiente y el Ecosistema, como para las comunidades nativas y, sobre todo, para los animales. No hay mejor manera de amar a los animales y ayudarlos que NO CONSUMIENDO SOYA, un producto total e irrefutablemente perjudicial para el Planeta y sus habitantes humanos y no humanos. Es decir, la soya es nuestra enemiga.


PD: Este no es de ninguna manera un artículo contra los jóvenes Straight Edge, vegetarianos, veganos ni contra algún otro frente de lucha en defensa de los animales no humanos o de liberación animal; sino simplemente un artículo de difusión con fines de concientización ambiental a favor del respeto animal, puesto que en la defensa de la Naturaleza, está incluido también el amor y el respeto por los demás animales.



Martes 29 de junio de 2010.
GianGian Producciones.

8 comentarios:

Nico dijo...

Me gustó el final. Muy considerado.

GianGian Producciones dijo...

Gracias Nico, espero hayas entendido cuál es el punto... :)
Saludos.

Steph dijo...

No creo que la soya sea la peor enemiga, es saludable. El peor enemigo es el sitema en que manejamos todo. Igual, buena reflexión.

GianGian Producciones dijo...

Hola Steph, gracias por darle pie al debate.
Verás, con mi artículo no pretendo discutir si la soya es o no saludable. Personalmente, creo que la soya es saludable, y, además, es muy rica. A mí me gusta...
Pero, lo que pretendo discutir, debatir y/o demostrar, es que la soya mata más animales de manera indirecta...
Muchos piensan que consumiendop soya ayudan a los animales, pero lo que no saben es que al consumirla siguen matando animales... En el artículo trato de explicar porqué sucede eso... National Geographic sacó hace algún tiempo un muy buen artículo sobre los bosques húmedos del Brasil, en los que se muestra cómo es que la soya destroza el medio ambiente y deja sin hábitat a miles de animales, todo por los intereses económicos de Estados Unidos y las potencias, que buscan usarla para la fabricación de Etanol y medicamentos a base de ella.
Pero es paradójico, porque creemos ayudar al consumir soya, pero no lo hacemos, seguimos encadenados al Sistema de debastación ambiental, porque la consumimos...
Pero es una reflexión, que comprendo, no comparten todos... Pero bueno, allí está el debate; espero más gente le entre al debate pues...

Saludos y un fuerte abrazo :)

Anónimo dijo...

Pero broder comer carne también es sádico. Y pues para producir trigo también se destruyen muchos espacios. No comeriamos nada, pero matar un animal directamente es feazo. Bueno, buen articulo igual, tienes huevos.

GianGian Producciones dijo...

Hola Anónimo... Uhm, depende desde qué punto de vista lo veamos también. Si lo vemos desde el lado de la industria alimenticia en la que los animales no viven más de dos semanas (como los pollos, por ejemplo) y la forma en que son criados para el consumo humano, sí es sádico y, ciertamente, feazo, como afirmas... Pero esa es ya otra discución y otro debate, también muy interesante. Personalmente, yo deploro también la manera en la que son criados los animales...
Pero mi punto se centra más en lo que vendría a ser (o podría ser) una "contradicción", pues como expliqué, los consumidores de soya siguen afectando la vida de animales; claro, no de forma directa, pero sí de forma indirecta. ¿Y es que estar en defensa de los animales es estar solo en defensa de los pollos, cerdos, reces y peces?, pregunto yo... ¿No debería ser estar en defensa de TODOS los animales, como los monos arañas que se vienen extinguiendo o de los delfines rozados y huacamayos y demás animales que habitan en la amazonía (por ejemplo)? Ese sería la premisa que planteo en este artículo, más o menos.

En fin, muchas gracias por participar y pues un fuerte saludo bro.

Anónimo dijo...

Bueno, válido, todos los animales merecen el mismo respeto. Pero igual no se justifica comer carne.
Salud.

GianGian Producciones dijo...

Sí, ese es mi punto Anónimo: todos los animales merecen vivir, pero vivir bien. Eso no implica, desde mi perspectiva (obviamente), que no los debamos comer.
Déjame explicarme... Hace mil años también comíamos animales, solo que ellos vivían bien, tranquilos y cuando les llegaba la hora pues nos los comíamos, así como se los hubieran comido otros animales en su hábitat natural... Si las reces fueran libres, pues los leones, los lobos, los tigres, etc., se las comerían igual... E igual pasaría con los pollos y los cerdos, tal como pasa con los peces en el mar, y no creo que ello sea refutable, pues en este mundo todos se comen a todos, y así es en el reino salvaje, animal o como lo queramos llamar...
Y pues hasta hace trescientos años, sucedía lo mismo, hasta que llegó la Revolución Industrial y pues todo se tecnificó e industrializó, lo que conllevó a la masificación de los medios productivos en el campo alimenticio, llevando a la civilización a este punto en el que nos encontramos, en el que, como te dije, un pollo no vive más de dos semanas para que pueda llegar "tierno" a nuestros platos. Eso es deplorable, porque es inhumano, innatural y todos los demás calificativos que podamos encontrar en el diccionario y en nuestra mente colectiva... Porque de una manera u otra, igual somos animales y tenemos que comer, tanto vegetales como animales, lo cual NO JUSTIFICA de ninguna manera el cómo son criados los animales para nuestro consumo, eso sí que no...
Pero eso sería bueno discutirlo en un artículo más amplio y reflexivo que ahonde más en el tema, como para poderlo debatir mejor...

Un fuerte saludo y pues ¡salud!